No es broma, hacer determinadas remodelaciones en una vivienda puede revalorizar su precio más de un 25%. Es decir, que remodelar tu casa no solo conlleva beneficios a corto plazo, sino una inversión ante una futura venta. Por otro lado, podemos acometer grandes o pequeñas obras, todas bienvenidas, aunque el valor no sea el mismo. Por ejemplo, cambiar un piso antiguo y anticuado mejorará el aspecto de tu hogar, sin duda, pero ¿revalorizará su precio? No tanto como lo haría una inversión para renovar las ventanas. Hoy te desvelamos qué remodelaciones revalorizan más una vivienda.
Tirar tabiques y unir espacios
Crear espacios más diáfanos no solo es una tendencia creciente en interiorismo, sino que tiene muchas ventajas:
– Contribuye a dar una mayor sensación de amplitud a la vivienda.
– Fomenta una mejor circulación de la luz natural, al existir menos barreras arquitectónicas.
– La visión de la vivienda es más limpia, menos agobiante. Nuestros ojos encontrarán menos obstáculos, ganando protagonismo el orden y la decoración.
– Los espacios se hacen más versátiles y multifuncionales, ya que al no tener separaciones puedes cambiar la distribución y finalidad de los muebles cuanto desees.
Incrementar la luz natural
La luz natural aporta vitalidad y calidez al ambiente, contribuye a regular de forma natural la temperatura de la vivienda, además de dar una mayor sensación de amplitud. Luz es sinónimo de salud para sus habitantes, pues está científicamente demostrada su influencia en nuestro organismo y estado de ánimo. Entonces, ¿no te gustaría potenciar la luz natural de tu departamento? Puedes lograr este objetivo tirando tabiques y uniendo espacios, como comentábamos en el apartado anterior, o bien creando nuevos piezas en la casa o ampliando las existentes.
Renovar las instalaciones
La oferta de viviendas recién construidas no siempre es tan amplia como deseamos, ni éstas se ubican en la comuna que preferimos. Por ello, muchas personas optan por comprar casas o departamentos de segunda mano y remodelarlos. Eso o invertir en mejorar su propio hogar. En ambas situaciones, renovar las instalaciones es una inversión necesaria llegados a cierta antigüedad de la vivienda o si pretendemos la transformación de una nave industrial en vivienda.
No solo solo cuestión de revalorizar su precio, sino de seguridad y eficiencia energética. Recuerda que las fallas en instalaciones eléctricas, de agua, calefacción y gas pueden ser el origen de desastrosos accidentes domésticos. Si piensas remodelar tu hogar, no escatimes en gastos para renovar las instalaciones.
Mejorar la eficiencia energética
El consumo energético de una vivienda es un gasto obligado que pagarás toda la vida. Así pues, invertir en eficiencia energética es una sabia decisión al planificar la remodelación de tu hogar. Por un lado, ahorrarás en cada tarifa, recuperando con el tiempo el dinero invertido. Por el otro, conseguirás una importante revalorización de la vivienda ante una futura venta, pues recién en estos tiempo va ganando importancia la eficiencia energética.
– Cambia las ventanas por modelos más eficientes de doble o triple acristalamiento, según el clima de la Región donde vivas.
– Rehabilitación térmica de la fachada. Es una obra más complicada, porque engloba a todo el edificio, aunque es una mejora que beneficiará a todos.
– Mejora el aislamiento de tu vivienda en las puertas y ventanas que puedan producir corrientes de aire.
– Opta por electrodomésticos eficientes de categoría A.
Aumentar el aislamiento acústico
Siguiendo la línea de la eficiencia energética, el aislamiento acústico es otra de las mejoras que revalorizarán tu vivienda y agradecerás durante toda vida. Sobre todo si vives en un entorno urbano ruidoso, con harto tráfico, «tacos» y vida nocturna. Esta remodelación se consigue, principalmente, mediante el cambio de puertas y ventanas.
Una imagen vale más que mil palabras
Hay mejoras realmente importantes que revalorizan la vivienda pero no se perciben a simple vista, al contrario que sucede con otros cambios. Luego, ciertas remodelaciones acapararán todo el protagonismo aún siendo menos trascendentales. Nos referimos a obras menores como:
– Cambiar el revestimiento del piso.
– Remodelar el baño y/o la cocina.
– Pintar las paredes.
– Renovar la decoración a través de los muebles, textiles y otros accesorios decorativos.
Son cambios muy visibles y, por consiguiente, poderosos. Todos deseamos vivir en una linda casa, pero recuerda que, si necesitas establecer prioridades debido a un presupuesto limitado, apuesta por las mejoras en eficiencia energética e instalaciones. Traerán beneficios en términos de ahorro, seguridad y calidad de vida.
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